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13 de julio de 2012

España y el cuento de las hormigas y las cigarras

España, después de 4 años de deambular por la crisis (negación inicial / aceptación / sobreactuación), se encuentra en la actualidad sumida en una de sus mayores y más profundas crisis económicas y financieras, trasladándose como no podía ser de otra forma, a una crisis social sin precedentes. La salida de la crisis se afronta en la actualidad con gran escepticismo; las políticas de "ultra"-recortes no son interpretadas por muchos economistas (expansión monetaria) como la mejor solución a una economía deprimida como la española. 

El bucle [recesión]-[déficit público]-[restricción crédito]-[más recesión] se encuentra en la actualidad en un proceso de difícil solución. Las políticas actuales pretenden fijar las bases de la nueva época de crecimiento económico reduciendo al máximo el gasto público (= reducción de gasto público sin coste electoral) y mejorando la competitividad del modelo productivo (= la chinización de España), con el objetivo de "volver a conseguir credibilidad" para volver a abrir el grifo financiero exterior.

Creo sinceramente que no se está afrontando el problema desde su origen, el éxito español en la pasada década se fundamento en una entrada masiva de capital exterior inversor, capital que fue destinado en gran medida a alimentar una burbuja inmobiliaria de dimensiones descomunales y que se constituye hoy en día como un ancla económico-financiera que imposibilita  la salida de la crisis, "el milagro español o el milagro de la deuda"Para tratar de cuantificar la magnitud de la burbuja inmobiliaria española, se adjunta el siguiente estudio a partir de los datos estadísticos del,

Burbuja inmobiliaria España:



Como podemos observar en las gráficas adjuntas, en el periodo 2003-2008 el total de deuda contraida por los hogares para la adquisición de vivienda se incrementó en 424k millones €, hasta alcanzar los 678k millones €, pasando de un ratio de endeudamiento en vivienda sobre PIB del 35% al 62% (+28pp). Para el mismo periodo de tiempo para la adquisición de vivienda se movilizaron 864k millones €, 6.772.196 hipotecas, con un incremento del importe medio del 63% en el periodo. 


La pregunta que nos podríamos formular es, donde estaríamos hoy si hubiéramos movilizado la mitad de este volumen de capital a la financiación de otro modelo productivo basado en la internacionalización y en el I+D+i.


¿Cómo podemos detener esta sangría?
Solución: incrementar la renta neta disponible de las familias.

En una economía como la española basada fundamentalmente en la demanda interna (aprox. 75% del PIB) y el turismo como principales motores económicos, debemos actuar tratando de potenciar al máximo estos dos pistones económicos. Pretender cambiar nuestro modelo económico a un modelo exportador de I+D+i (modelo alemán) no puede realizarse si no dirigimos volúmenes ingentes de capital a este cometido, tal vez, por un importe similar al destinado a alimentar la burbuja inmobiliaria sería suficiente. Todo el capital movilizado en España a crédito hipotecario se corresponde con inversiones de bancos y hogares mal diseñadas y proyectadas, basadas en un crecimiento constante. Todos tenemos que ser conscientes que el capital destinado a la adquisición de vivienda (inmobiliario) se corresponden con inversiones especulativas que limitan en gran medida la capacidad de crecimiento de nuestro país.

Estos elevados volúmenes de capital mal invertido deben ser corregidos, reduciendo la ratio ajustándose a la nueva realidad competitiva (=bajada de salarios: chinización). Por tanto una solución para incrementar la renta neta disponible y reducir la ratio de endeudamiento para facilitar el crédito para otro tipo de inversiones y consumos no hipotecarios consiste en, la dación en pago masiva


Los hogares españoles necesitan reducir su endeudamiento hipotecario en más de 30pp de PIB, lo que implica ajustar 300k millones de € mediante una dación en pago de 2,5 millones de viviendas (hipotecas). Estas viviendas deberán integrarse en una "inmobiliaria público/privada" que recoja tanto las malas inversiones hipotecarias de hogares, promotores y bancos. 


Para el caso concreto de los hogares la solución sería, solicitar un préstamo por un periodo de 30-40 años entre el 1-2% de interés concedido por el Banco Central Europeo al Gobierno de España, para contrabalancear las provisiones necesarias para cubrir la dación en pago de 2,5 millones de hipotecas. Este nuevo prestamos supondría una cuota mensual de aproximadamente, 1.500-2.000 millones de €. Cada uno de los hogares que se acogiera a este programa de dación en pago, podrá hacer uso de un programa específico de alquiler protegido para dichos hogares haciendo uso de la bolsa de viviendas "recogidas" en la inmobiliaria público/privada. Las cuotas de alquiler, 150-200€/mes, permitirían generar un recurrente de, 500 millones de €, entre el 25-30% de la cuota del préstamo. La restante cuantía del préstamo, a cuenta del heraldo público mediante la generación de un impuesto a las transacciones inmobiliarias o de otro tipo.


La reducción de carga hipotecaria sobre los hogares permitiría reinvertir en más de 1.500 millones de € mensuales para favorecer el consumo, reactivando la economía en el principal motor económico del país, el sector servicios de las pequeñas y medianas empresas generadoras del 97% del empleo nacional.


Una forma sencilla de explicarlo es haciendo uso de la fábula de Esopo "La cigarra y la hormiga",

"En ella aparece una cigarra que después de pasar el verano cantando, al llegar el invierno se encuentra desprovista de alimento y acude a pedirlo prestado a su vecina la hormiga. La laboriosa hormiga se compadece de la cigarra, y le regala algunos granos de arroz, no sin antes advertirle que debe ser previsora, y que «vale más prevenir que lamentar.» Sin embargo, cuando Jean de la Fontaine y luego Samaniego recrearon esta fábula, quizá por razones histórico sociales le cambiaron el final, y la que había sido una generosa hormiga pasó a convertirse en un insecto realista, que le niega alimento a la cigarra ya que sabe que su posible generosidad no cambiaría para nada el comportamiento de la cigarra y le obligaría a mantenerla por el resto de su vida."

Mi adaptación de esta fábula a la realidad española actual sería la siguiente. En un modelo económico de libre mercado fundamentado en el consumo interno, el destino final de las hormigas será el mismo que el de las cigarras, si las segundas no tienen capacidad de consumo. Las hormigas tiene que ayudar hoy más que nunca a las cigarras para conseguir reflotar la débil economía.


PD: Recomiendo visitar esta noticia del 5 de agosto de 2012 en El País digital, +info

"Muchos economistas creen que el exceso de deuda de las familias (EEUU), un legado de los años de la burbuja, es el principal factor que está frenando la recuperación económica. La deuda excesiva ha generado una situación en la que todo el mundo intenta gastar menos de lo que ingresa. Dado que es imposible de manera colectiva (mis gastos son los ingresos de otros, y sus gastos son mis ingresos) la consecuencia es una economía persistentemente deprimida."

14 de mayo de 2012

España, el verdadero problema

Llevamos tiempo sufriendo el ataque de los mercados basado principalmente en, nuestro "Déficit Público" y nuestra "Prima de Riesgo". Todos los organismos financieros internacionales, FMI y BCE "invitan", una y otra vez, a España a acometer reformas estructurales en un círculo vicioso que no parece tener límite.

Tanto el DP como la PR se corresponden con parámetros financiero que permiten analizar cual es el estado de salud de nuestra nefasta Administración Pública. De la gestión politizada de las cajas, de la gestión en infraestructuras y del Régimen Político Democrático español me reservo en esta entrada hacer más comentarios.

Sinceramene creo que tenemos que hacer el enorme ejercicio de desmitificar estos dos conceptos financieros dado que el verdadero problema español se corresponde con, "El endeudamiento de los hogares". Los españoles, hoy, no podemos pagar nuestras deudas. La deuda de los hogares españoles equivale a un 86% del PIB.

Eurostat
BdE

Atendiendo al último dato publicado por el BdE, los hogares españoles presentan una deuda de, 859.538 millones de € (18.500€ per capita). El 76% se corresponde con deuda adquirida para la adquisición de vivienda, 659.870 millones de €.
Porque tenemos que desmitificar el índice de Déficit Público, países como US o UK presentan DP superiores o iguales al español, (+8% en US, +6% en UK).

Lo que tenemos que tener todos presente es que nuestro PIB se basa en el consumo interno. Si tenemos en cuenta además que nuestra balanza comercial es muy deficitaria, debido principalmente a la importación anual de más de 40.000 millones en combustibles fósiles (4% PDB) , tiene muy difícil compensar su balanza comercial a través de las exportaciones, a no ser, que en la "Grande Castilla" encontremos un mineral precioso o algún derivado del girasol que permita revertir la balanza, lo que tenemos que ser conscientes es que deberíamos destinar cantidades de capital para incentivar políticas reales de I+D+i similares a las destinadas a alimentar la burbjuja inmobiliaria para poder cambiar de modelo productivo.

¿Cómo incentivamos nuestro consumo interno?
O incorporamos población "sin derechos" para disfrutar del estado del mediomal-estar, hasta alcanzar los 60 millones de habitantes; o somos capaces de doblar las cifras de turistas (100 millones); o conseguimos liberar de presión a los castigados y muy endeudados españoles.

Nuestro sistema financiero alimentó una burbuja inmobiliaria sin precedentes. Algunos medios cifran esta burbuja en 400.000 millones de €. Dichas entidades fueron capaces de ofrecer créditos para la construcción de XX millones de viviendas (más que Alemania, Francia y Reino Unido juntos).
La burbuja inmobiliaria se vió fuertemente "inflada" en un primer impulso por la incorporación al mercado laboral (tras la recesión económica de mediados de los 90, "El empacho del 92") de la generación JASP del baby boom, con ganas de demostrarle a Europa que dejábamos de ser un país de "segunda" dispuestos a ganar competitividad (privatizaciones). Posteriormente la bonanza económica propicio la llegada masiva de inmigrantes, alcanzándose índices de movimientos migratorios jamas conocidos en la historia de España, superior al 10%.

Otro fenómeno que alimentó la burbuja inmobiliaria fué, la no existencia de la dación en pago. Es decir, un prestamo hipotecario no dejaba de ser realmente un crédito personal donde además de la persona existe el aval del bien hipotecado. Es decir, el activo siempre está en el lado del ciudadano, siendo éste quien soporta el peso de la mochila en el balance.

Como último impulso a la enorme burbuja inmobiliaria generada, incorporamos a nuestra crédito hipotecario un fabuloso viaje, mobiliario de primera y coche de última generacíón (en 2008 se vendieron 1,6 millones de coches).

Toda esta deuda ha tenido como principal problema, la pérdida de competitividad, en un proceso similar a la crisis sufrida por Holanda en la década de los 60's, donde la entrada masiva de divisas procedentes de recientes yacimientos de gas dieron lugar a una pérdida de competitividad sin precedentes. En España, los yacimientos de gas se sustituyeron por yacimientos de créditos hipotecarios.

La reforma financiera española está "presionando" a la banca a provisionar más y más créditos de la burbuja inmobiliaria con el objetivo de liberarla de presión (gas metano), y permitir de esta forma volver a fluir el crédito. Pero si no liberamos de presión a la burbuja de los ciudadanos no habrá forma de reactivar el consumo interno, o acaso los bancos van a dar créditos a familias con niveles de endeudamiento superiores al 50%.

¿Cómo liberar de presión la burbuja de los hogares?
Una de las soluciones puede ser, "la dación en pago de los hogares".

Tenemos que incentivar activamente el consumo interno, ante la enorma barrera que supone nuestra mejora de competitividad basada rigurosamente en la congelación salarial (No inversión en I+D+i real implica Congelación Salarial), tenemos que liberar de presión al consumidor, para trasladar este consumo a la vida real. La enorme bolsa de vivienda generada permitiría crear unos precios realmente competitivos.

En primer lugar, los ciudadanos tienen que ser conscientes que no podrán volver a optar a iniciar ser propietarios de sus hogares hasta dentro de una década, en préstamos hipotecarios que no deberían superar los 15-20 años.

Esta medida penaliza al "buen pagador". Permitiendo al "mal pagador" volver a adquirir vivienda más económica a medio plazo. Pero tengamos claro que, aunque seamos buenos pagadores, si la economía no mejora, al final vía impositiva o vía laboral nos veremos en mayor o menor medida afectados.
 
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